viernes, 17 de julio de 2009

La importancia de ser puntual

Tengo la sensación de haber llegado siempre tarde a todos los sitios. De que mi vida llegó antes que yo a todos ellos y yo fui persiguiéndola, sin parar a tener mis propias experiencias, simplemente yendo a remolque de mi propia vida en una persecución que uno no sabe si acabará algún día con éxito. Paradógicamente, cuando más te acercas a ella es cuando te paras, recapacitas, meditas y utilizas tu GPS biológico para ubicarte e intentar saber dónde estás y hacia dónde vas. Depende de tí el que la alcances incluso parado, o te alejes aun más aunque corras todo lo rápido que puedas.
En la propia persecución te sientes en ocasiones como aquellos ciclistas que van en el grupo que persigue al grupo de cabeza pero que está por delante del pelotón: Persigues aquello que deseas pero a la vez huyes de aquella vida que no desearías vivir.

En este camino uno siente...
...uno siente miedo. Miedo de ser perseguidor en lugar de compañero de escapada. Miedo de caminar con la vista fija al frente en lugar de mirar al lado y ver que vas acompañado por tu propia vida.
...uno siente odio. Odio a llegar tarde. A que llegue tarde una disculpa que podría haber salvado una amistad. A que llegue tarde una solución que aliviase la carga causada por un problema. A que llegue tarde una proposición que podría haber cambiado 180º el sentido de tu vida.
...uno siente desaliento. Desaliento por el frío que causa caminar solo persiguiendo nadiesabequé, por la falta de un bastón en el que apoyarte, porque no te usen de bastón para apoyarse en tí.

John Malkovich dijo en cierta ocasión aquello de que "La vida se vive mirando hacia delante, pero solo se comprende mirando atrás". Posiblemente algún día nos demos cuenta de que aquello que siempre hemos perseguido al final se ha convertido en las huellas que hemos dejado a nuestro paso; de que nuestra vida siempre fue, va e irá a nuestro lado de la mano y no a cierta distancia por delante; de que aquello que no hagas tú no lo hará tu vida por tí, lo que no vivas tú no lo vivirá tu vida; de que el odio a llegar tarde tiene difícil perdón porque no hay vuelta atrás en el tiempo.

Ojalá que todos viváis la vida que queréis, y si no es así, querer la vida que tenéis, porque pensad...va a ser la única que viváis y nunca hay marcha atrás. La indecisión, la duda, la incertidumbre...son meras derrochadoras de tiempo, tiempo consumido de vuestras vidas. Hagáis lo que hagáis al menos disfrutarla al máximo sin desperdiciar un ápice de ella.