lunes, 21 de septiembre de 2009

Razones y acciones

No me pregunté el cómo, de hecho, creo que podría dar respuesta a las 5 "W" básicas que se enseñan en Periodismo. Únicamente me faltaría por dar respuesta a la que algunos teóricos de la profesión catalogan como la sexta "W", nutritiva pero no indispensable en cualquier artículo.
Podría contestar al qué (what), al quién (who), al cómo (how), al cuándo (when) y al dónde (where), porque...aunque no lo creas (o te sorprenda), las respuestas a esas preguntas ya las conocía hace tiempo. A lo que no puedo contestar es al por qué (why), porque la respuesta a esa pregunta la tienes únicamente tú.
Por más vueltas que le di en su día, no atiné con la respuesta, ni siquiera la intuí. Si me hubiera atrevido a responder hubiera sido más un artículo de opinión que algo objetivo, y es que...al final uno descubre que las razones de ciertas acciones solo las conocen y las comprenden aquellos que las llevan a cabo.
Nunca entendí a aquellos que pusieron cortinas en sus ventanas para que no les viera el vecino y luego las corrían disimuladamente para poder ver por un huequecito lo que hacía, como cortaba el césped, cuándo sacaba al perro, a qué hora salía de casa hacia el trabajo... La razón de colocar las cortinas solo la conoce el que las colgó, al vecino nunca se le preguntó si le gustaban. Si lo hubieran hecho, a lo mejor...a lo mejor hubiera preferido que no las colocasen porque así vería a través de la ventana a alguien que le despediría cada vez que fuera al trabajo; vería a alguien que le acompañase a sacar al perro; vería a alguien al que ayudar a cortar el césped si lo necesitase; pero...la realidad es que las cortinas están echadas; y lo peor de todo eso es que...puede que el día que las abran (o que se decidan a quitarlas), el vecino ya no esté ahí. A veces, hasta el más mínimo trozo de tela puede romper las más fuertes cadenas.
Me gustaría comprender por qué compraste aquellas cortinas. Se que no son para aislarte del vecino porque si así fuera nunca abrirías ese huequecito para ver lo que hace. A lo mejor, sin darnos cuenta, lo que está consiguiendo ese trozo de tela, más que aislar al vecino, es aislarte a tí.
Yo de momento (y espero que por mucho tiempo), he retirado todas las cortinas de mi casa. Últimamente la vida me ha enseñado una de esas lecciones que no se olvidan. Ahora veo que todos los amaneceres traen un día nuevo y no quiero poner barreras a los rayos de sol.; prefiero darle una oportunidad de que me deslumbre.
Un beso y...recuerda que si no tienes escaleras, también puedes utilizar una silla subirte y descolgar tus cortinas.

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